La electricidad estática se produce por el rozamiento. En el caso de los aviones, la electricidad estática se almacena y se acumula en el propio avión.
Esta acumulación es indeseable: es fuente de perturbaciones electromagnéticas que pueden afectar a la aviónica del avión. También es una fuente de energía que puede producir incendios y explosiones.
Por ello hay que eliminarla según se produce. En vuelo se elimina a través de los descargadores estáticos. Los descargadores estáticos son unas pequeñas piezas flexibles que se encuentran en los bordes de salida de las alas y carenados. También se encuentran en los winglets, estabilizadores y timones.
Los descargadores tienen una resistencia eléctrica muy alta. Además de proteger a la aeronave, evitan problemas de funcionamiento en los sistemas de comunicación y navegación.
Es importante saber que estos elementos no evitan que un avión reciba el impacto de un rayo. Aunque esto no es peligroso, poco o nada se puede hacer para evitarlo.
En tierra, la electricidad estática se disipa a través de los neumáticos y un cable de conexión. Este cable de conexión, llamado «masa» o «tierra» disipa las cargas eléctricas que se producen.
Al repostar un avión, es necesario conectar el avión a la toma de combustible. El flujo del combustible entrando o saliendo del avión produce la suficiente carga eléctrica como para producir un incendio o explosión.
Todo las piezas del avión tienen que estar conectadas entre sí para evitar la acumulación de electricidad estática. Cualquier pieza aislada podrá generar ruido electromagnético y voltajes indeseados.
Para finalizar y ponerle el broche didáctico, en este vídeo se ve claramente la carga eléctrica acumulada. Solo con acercar el cable de tierra, saltan chispas debido al voltaje entre el avión y tierra.