¿Es posible mejorar la seguridad aérea con disparos al aire? Como se vió en la entrada de los accidentes aéreos producidos por los pájaros (bird strike), es vital mantener a los animales lo más lejos posible de las aeronaves.
Los pájaros pueden parecer seres inofensivos e incapaces de poner en peligro la seguridad aérea, pero nada más lejos de la realidad: de media, por cada 2000 movimientos de aeronaves, se produce un bird strike. Todo tipo de ave (incluso el de Renfe😉) cerca de un aeropuerto puede constituir un peligro para un avión.
De las técnicas que se usan hoy en día, una es muy llamativa: ahuyentar los pájaros a cañonazos.
La técnica más conocida – y casi la más antigua – de control de fauna dentro de un aeropuerto es la cetrería. La cetrería se define como la caza menor que se realiza con halcones y otras aves. Sin embargo tiene sus limitaciones e incluso conlleva un riesgo para el propio halcón que auyenta a las aves.
Como punto positivo, la cetrería es una técnica muy eficaz. Los pájaros que se encuentran cerca del avión no se acostumbran a su depredador y siempre reaccionan a su presencia. En España, en el aeropuerto de Ciudad Real, en el de Málaga y muchos otros se utiliza la cetrería para contener animales.
En la página web de Aena se puede leer un pequeño artículo sobre el control de fauna en aeropuertos.
También se puede controlar la fauna usando diferentes armas. Agentes de seguridad aérea realizan rondas en los alrededores del aeropuerto disparando un variado arsenal de armas letales o inofensivas: escopetas, láseres, petardos…
No obstante, esta última técnica también tiene sus inconvenientes. El principal es no tener una respuesta rápida ante una nueva bandada o manifestación de animales si éstos aparecen en un punto distante al del agente de seguridad.
Los cañones solucionan el problema de la distancia y su funcionamiento es muy sencillo. Se trata de unos cañones que de manera automática o manual producen disparos al aire muy sonoros que auyentan a las aves.
Estos cañones también pueden estar conectados a un sistema informático y con un solo click de ratón se disparan instantáneamente de forma remota. Los propios pilotos de los aviones pueden alertar a la torre de control de la presencia de aves y así auyentarlos de forma instantánea con el cañón más cercano.
Los cañones pueden funcionar con aire comprimido o con propano. El propano permite un sonido mucho mayor que el aire comprimido, pudiendo llegar a 125 dB (el sonido que produce una ambulancia o un martillo neumático).
La base aérea de Ellsworth tiene implementado este sistema. En el vídeo se puede ver el funcionamiento del cañón realizando disparos al aire.
Un accidente aéreo relacionado con las aves y que tuvo mucha repercusión es el del vuelo 1549 de US Airways. Un cañón de aire podría haberlo evitado, por ello, la importancia de contener a los animales es máxima.