El pasado 18 de junio, un 787 de Boeing de British Airways sufrió lo que parecía una rotura del tren de aterrizaje. Mientras el avión se encontraba parado en el aeropuerto de Londres Heathrow, el tren de aterrizaje se retrajo. Esto causó un colapso del avión, produciendo graves daños. Hoy se ha desvelado la causa.
El Boeing de British Airways del accidente aéreo es el matriculado como G-ZBJB. Este avión tiene una antigüedad de 8 años. Mientras el avión se preparaba para el vuelo del día, personal aeronáutico de la compañía realizaban trabajos de mantenimiento aeronáutico en la aeronave.
Ese día tenían que probar el tren de aterrizaje, por lo que era necesario actuar en la palanca de subida y bajada del tren de aterrizaje. Esta operación es completamente segura siempre y cuando se realice conforme al manual de mantenimiento del avión.
Para evitar que el tren de aterrizaje se mueva al actuar sobre la palanca de subida y bajada, hay que protegerlo. Esta protección se realiza gracias a unos dispositivos denominados pines.
El problema que causó el accidente aéreo está originado por un fallo humano. El pin que debía bloquear el tren de aterrizaje se colocó al lado del orificio correspondiente.
Los dos orificios se encuentran a poca distancia entre sí y tienen un diámetro similar que permite que el pin entre en cualquiera de los dos.
Más información en el informe completo.
Desgraciadamente y aunque parezca broma, este problema ya ocurrió antes. Hace 3 años otro avión Boeing 787 pasó por una situación similar. Su tren de aterrizaje se retrajo parcialmente debido a que el pin de bloqueo estaba mal colocado.
Aunque Boeing publicó un Service Bulletin para avisar de las posibles consecuencias, no consideraron que no corría prisa su publicación. Así, sin advertencia previa, se ha producido un accidente que causará grandes perjuicios al Boeing de British Airways.
Aunque en un primer momento el accidente pueda parecer muy aparatoso, se puede reparar. Por ejemplo un Boeing 757 se dobló dos veces tras un fuerte aterrizaje y a pesar de la espectacularidad de los daños, el avión sigue volando.